BIOGRAFÍA DE UN REY CASTELLANO: PEDRO I “EL CRUEL”.
Burgos, 1334-Montiel, España,
1369) Rey de Castilla y León (1350-1369). Hijo de Alfonso
XI de Castilla y León y de María de Portugal, sucedió en el
trono a su padre con tan sólo quince años (1350). A fin de
fortalecer la autoridad real, Pedro I limitó los privilegios de la
nobleza, cuyo malestar no tardó en cristalizar en forma de revuelta
en 1353. Sin embargo, la rebelión de la aristocracia castellana,
liderada por Enrique
de Trastámara, hijo ilegítimo de Alfonso XI, fue rápidamente
sofocada por el monarca, gracias al apoyo de la pequeña nobleza, la
burguesía urbana y la comunidad judía. En 1354, Pedro I contrajo
matrimonio con Blanca de Borbón, a la que repudió al poco tiempo
para poder casarse con Juana de Castro, a pesar de estar unido
sentimentalmente a María de Padilla, cuyos hijos fueron legitimados
en las Cortes de Sevilla (1362).
La lucha por la hegemonía peninsular provocó, en 1356, el inicio de una larga guerra entre Castilla y Aragón, en la que en un principio se sucedieron las victorias del ejército castellano, que ocuparon gran parte de Aragón y Valencia (1359). Pedro IV de Aragón, no obstante, maniobró con habilidad para hacer estallar en Castilla una cruenta guerra civil alentando el descontento nobiliario y apoyando a Enrique de Trastámara. En 1365, el conflicto adquirió carácter internacional por la intervención de Francia y el Papado a favor de Aragón, y Granada, Inglaterra y Navarra al lado de Castilla. A pesar del triunfo de las tropas de Eduardo el Príncipe Negro, hijo de Eduardo III de Inglaterra, sobre los rebeldes castellanos en Nájera (1367), ingleses y navarros acabaron por abandonar al castellano Pedro I, quien fue derrotado y muerto por su hermanastro, futuro Enrique II de Castilla y León, en la batalla de Montiel, el 23 de marzo de 1369.
La lucha por la hegemonía peninsular provocó, en 1356, el inicio de una larga guerra entre Castilla y Aragón, en la que en un principio se sucedieron las victorias del ejército castellano, que ocuparon gran parte de Aragón y Valencia (1359). Pedro IV de Aragón, no obstante, maniobró con habilidad para hacer estallar en Castilla una cruenta guerra civil alentando el descontento nobiliario y apoyando a Enrique de Trastámara. En 1365, el conflicto adquirió carácter internacional por la intervención de Francia y el Papado a favor de Aragón, y Granada, Inglaterra y Navarra al lado de Castilla. A pesar del triunfo de las tropas de Eduardo el Príncipe Negro, hijo de Eduardo III de Inglaterra, sobre los rebeldes castellanos en Nájera (1367), ingleses y navarros acabaron por abandonar al castellano Pedro I, quien fue derrotado y muerto por su hermanastro, futuro Enrique II de Castilla y León, en la batalla de Montiel, el 23 de marzo de 1369.
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